Un estudio efectuado en Finlandia concluyo que existe una correlación entre las emisiones electromagnéticas de los teléfonos móviles y la alteración de algunas proteínas de la epidermis.
Es el primer estudio que se realiza directamente en la piel de seres humanos y bajo condiciones que se asemejan a las de la vida cotidiana. En el estudio se expuso el antebrazo de 10 mujeres durante una hora a radiaciones como las que emite un teléfono celular. Al final de la experiencia se hicieron biopsias de la piel expuesta a la radiación y de otra zona de la piel no expuesta.
De las 580 moléculas de la piel que fueron analizadas, 8 de ellas habían sido alteradas de manera significativa.
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